Una casa antigua mallorquina decorada con buen gusto en un entorno idílico con viñas y macetas con geranios muy bien cuidados. El desayuno en un comedor antiguo con chimenea es precioso. Un lugar para volver una y mil veces. Recomendable totalmente.

Me sentí mimado, no tengo ninguna queja en absoluto.

Siempre vuelvo a este hotel en Algaida porque tienen todo lo que necesito: Wi-Fi gratis, aparcamiento cercano, hervidor eléctrico, aire acondicionado, TV de pantalla plana, lavandería. Además, el personal me ayudó a devolverme unos auriculares olvidados. Volveré para Navidad.

Con vistas a un precioso jardín orgánico, los apartamentos estilo cabaña de una y dos habitaciones son individualmente diseñados y se encuentran en antiguos establos convertidos con mucho estilo. Son como un refugio encantador para relajarse después de un día explorando la isla.

Pocos restaurantes cerca.

Increíble hospitalidad y confort total. Desayuno magnífico con productos locales.Personal atento y amable.Jardines y piscina muy bien cuidados.

Nada de nada.

El alojamiento es impresionante, con apartamentos estilo balear en una hermosa masía. Los jardines y la piscina son fantásticos. El desayuno es delicioso, con productos locales y la opción de llevarlo a tu apartamento. El personal es amable y atento. Todo magnífico.

Estuve muy feliz, no tuve ningún inconveniente.

La casa antigua es maravillosa y está decorada con buen gusto. El entorno es idílico, rodeado de viñas y macetas bien cuidadas.El desayuno en el comedor antiguo con chimenea es delicioso.El personal es amable y atento.

No me puedo quejar de nada.

La estancia en este lugar ha sido increíble. Los apartamentos son amplios y bonitos, con decoración típica de Mallorca. Los jardines y la piscina son una maravilla. El desayuno es delicioso y se puede disfrutar de productos locales, incluso algunos cultivados en el huerto. Además, el personal es muy amable y atento. Es un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la tranquilidad.

La oferta gastronómica en los pueblos cercanos es limitada, lo que dificulta encontrar opciones para comer o cenar fuera del alojamiento.

Mi estancia en Oliver Moragues Grandhouse & Vineyard fue maravillosa. Quedé impresionado por la belleza y encanto de este lugar. La frondosa vid sin duda le da un toque especial al ambiente. Además, el personal fue muy atento y amable, siempre dispuesto a ayudar. La habitación en la que me hospedé era acogedora y confortable, perfecta para relajarse después de un día de exploración. El desayuno, aunque no tenía muchas opciones, estaba delicioso.

Encontré que el restaurante del lugar tenía horarios limitados y los pueblos cercanos no ofrecían mucha variedad gastronómica. Además, había algunos insectos en la terraza, lo cual puede resultar molesto para algunos huéspedes.

Nos hospedamos en una increíble masía en el centro de la isla. Los apartamentos son espaciosos, con estilo balear y muy bonitos. Los jardines y la piscina son espectaculares. El desayuno es delicioso, con productos locales y opciones frescas del huerto. El personal es amable y atento. ¡Una experiencia magnífica!

Me sentí súper relajado, no tengo ninguna pega.

Siempre vuelvo porque me atendieron amablemente la primera vez y me explicaron cómo llegar a donde quería ir. El lugar tiene todo lo que necesito: Wi-Fi gratis en áreas públicas, estacionamiento cercano, hervidor de agua, aire acondicionado, TV de pantalla plana. Volveré para una escapada.

El lugar tiene siglos de historia y está lleno de encanto. Los apartamentos eran amplios y tenían todo lo que necesitábamos. Los jardines y la piscina eran perfectos para pasar el tiempo libre. ¡Además, el personal era súper amable y atento! Definitivamente volvería.

Solo nos faltaba una cosa, ¡más actividades nocturnas para los jóvenes! Nos hubiera gustado tener opciones de entretenimiento más enfocadas en los jóvenes que quieren salir de fiesta.

El rollo es que la familia que la lleva lleva allí unos cuantos siglos. ¡Vamos, más antigua que la play de tu abuelo! Lo mejor es que está súper bien tío, ideal para los peques y para los que nos gusta disfrutar del buen rollo sin agobios. Los viñedos, las macetas, la chimenea en el comedor. ¡Es como estar en un palacio de los de película, pero en plan verdadero! Estamos deseando volver mil veces más, ¡recomendadísimo!

La única pega, colega, es que la marcha nocturna está un poco escasa. Si eres de los que le pega fuerte a la fiesta, vas a tener que buscar otro sitio.